El comienzo de nuestra huerta


A principios del 2019 compramos una casa que necesitaba mucha renovación pero que tenía un jardín que daba hacia atrás bastante espacioso. Las renovaciones avanzaron mucho el primer año y hoy la mayor parte de los arreglos están terminados. Pero bueno aún queda trabajo, como dicen por ahí, "el diablo se esconde en los detalles" y la verdad es que los trabajos en casa nunca se terminan realmente porque siempre se encuentra algo que mejorar.

El jardín tiene árboles frutales: 2 manzanos, 1 cerezo, 3 ciruelos, dos grandes arbustillos de romero, algunas rosas y flores de bulbos. También me señaló una amiga que tenía orquídeas salvajes en él, pero no sé los nombres.

Lo interesante del jardín es el espacio que tenemos, mi intención siempre ha sido tener mi propia huerta, así comenzamos a principios del 2020 con un pedacito de huerto que estaba compuesto de 3 parcelas de aprox. 2m x 1m (6 m² de espacio cultivable) y hoy ya vamos en aprox. 24m². 

Hemos tenido cosechas abundantes y menos abundantes de arvejas, habas, cebollas, cebollines, puerros, zanahorias, ajo, tomates, tomates cheries, zapallo italiano (zucchini), calabaza, papas, ají, berenjenas,  apio, beterragas, espinaca, acelgas, porotos verdes y porotos blancos (guisantes/ frijoles), rabanitos, pimentones (marrones), pepinos, lechugas y fresas. También hierbas aromáticas y flores que ayudan en el huerto. 

La huerta solo es un aspecto de los cambios que hemos querido implementar en nuestra vida y aunque estos se van haciendo de a poco, estamos cada vez más conscientes de nuestra forma de consumir.

La llegada de la pandemia y las cuarentenas sucesivas nos permitieron acentuar el deseo de hacer un cambio. De hecho, pudimos dedicarnos un poco más a hacer actividades que tienen sentido y de alguna forma nos abrió los ojos con respecto a otras.

También facilitó el consumir local porque las restricciones de desplazamiento (aquí en Francia) no nos permitían ir más allá de un cierto perímetro (al principio 1 km, luego 10 km hasta extenderse a 30 km). Pero la semillita ya estaba planteada y hoy se ve como la gente está más consiente de todo esto. Y bueno nosotros también, porque hasta hace poco, no me preguntaba mucho de donde venían o cómo estaban producidas las lanas o los géneros (textiles) que utilizaba para tejer y cocer. Tampoco me preguntaba sobre los materiales que utilizaba cuando pintaba o hacía otro tipo de actividad creativa. Por supuesto no voy a tirar a la basura todo lo que he acumulado estos últimos años.  Todo lo contrario, la idea es de utilizarlos y en el futuro elegir inteligentemente.

Este blog será entonces la vitrina de nuestro aprendizaje y del camino que decidimos tomar. 

Un saludin 

Lesly

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